Celos: un deseo desmedido
Por: Juan Esteban Gaviria
Los celos son una emoción que tiene su origen en un deseo desmedido por poseer algo de forma exclusiva, subyace a la idea de la infidelidad (real o imaginaria) de la persona que se ama (Pacheco et al.,2017). Desde una perspectiva evolutiva, los celos son una conducta adaptativa ya que los individuos deben competir, debido a que existen parejas altamente deseables en un número limitado que garanticen la supervivencia y la reproducción (Canto et al.,2009).
Por otro lado, el DSM-5 (APA, 2014) categoriza la celotipia (celos patológicos) como un trastorno delirante, en el cual el tema central es la creencia que posee un individuo acerca de una supuesta infidelidad por parte de su cónyuge o amante, se llega a esta creencia sin motivo justificado, basándose en inferencias incorrectas, apoyándose en pequeños "indicios"
El desarrollo de los celos puede deberse a la vulnerabilidad psicológica que posea el individuo, la cual está basada en la triada cognitiva del sujeto que experimenta la emoción (Beck et al., 1995) o a un condicionamiento respondiente, ya que en las experiencias del sujeto diferentes estímulos han sido asociados de forma sistemática a mentiras o infidelidades (López, 2010). Cabe destacar la importancia del contexto en el cual está inmerso el individuo como la familia y la cultura; ya que puede hacer la función de elemento protector o un factor que aumentará la vulnerabilidad frente a las cogniciones y conductas asociadas a los celos. Puesto que las emociones son fenómenos complejos, las cuales contienen como elementos esenciales el sistema de creencias y valores que son aprendidos a través del proceso de socialización (Canto et al.,2009), basado en lo anterior, se podría suponer que la respuesta cognitiva y conductual no será igual en un contexto donde la monogamia sea el eje central de la familia y sus costumbres, causando un mayor impacto cualquier detonante que pueda asociarse a una supuesta infidelidad; caso contrario, si la poligamia este aceptada socialmente o en la dinámica que sostiene la pareja.
Retomando la perspectiva cognitiva, se podría suponer que las personas con rasgos de personalidad paranoides y dependientes son más propensos a experimentar celos, basados en sus creencias nucleares, en las cuales estos sujetos suelen percibirse como débiles y desprotegidos (en el caso de las personas con rasgos de personalidad dependientes) o ver a los otros como potenciales adversarios [siendo el caso de las personas con rasgos de personalidad paranoides] (Beck et al., 1995).
En una investigación realizada por Canto et al. (2009), se buscó realizar un paralelo entre mujeres y hombres buscando identificar qué tipo de infidelidad (sentimental o sexual) generaba más impacto; para esto, tomaron una muestra de 372 personas (250 mujeres y 122 hombres), quienes respondieron un cuestionario diseñado por los investigadores, y posteriormente se les plantearon situaciones hipotecas en las cuales sus cónyuges les estaban siendo infieles. Los resultados demostraron que las mujeres experimentaban la infidelidad emocional como la más estresante, mientras los hombres se preocupaban casi en la misma medida tanto por la infidelidad sexual como por la infidelidad emocional.
Por otro lado, Peña et al. (2019) realizaron un estudio en el cual intentaron comprender la cognición colectiva frente a los celos en estudiantes de 15 a 19 años, para esto realizaron 12 grupos de discusión en seis instituciones de educación secundaria. En dichos grupos los jóvenes identificaban los celos como una muestra de afecto, al evocar esta emoción en su pareja decían sentirse más seguros que el sentimiento de amor estaba siendo correspondiendo, en caso contrario, la ausencia de los celos para ellos era una evidente carencia de interés e importancia por el lazo afectivo que compartían.
Por último, Monroy (2014) llevó a cabo una investigación en la que buscó identificar qué tipo de celos eran más frecuentes en una muestra de 200 jóvenes entre 18 y 23 años de la Universidad Autónoma del estado de México. El investigador caracterizó dos tipos de celos: celo sospechosos (los cuales se sustentan en creencias sin un motivo concreto, basándose en diferentes conductas emitidas por la pareja, las cuales ellos relacionan con una infidelidad a priori) y celos reactivos (estos aparecen luego de situaciones reales donde el sujeto ha confirmado situaciones en las cuajes su pareja le ha mentido o lo ha traicionado), posteriormente aplicó el instrumento CRS2: Celos reactivos o sospechosos. El cual consta de 52 preguntas con respuestas en escala tipo Liker. Los resultados demostraron que el 65% de la población solía experimentar celos de tipo sospechosos, mientras el 35% celos reactivos. También se destacaron algunas estrategias de afrontamiento que era usual en la muestra frente a una situación que evocara celos, entre estas estrategias se destaca:
Violación de la privacidad: Buscar estar con la pareja el mayor tiempo posible.
Violación de la propiedad: Tomar el dispositivo móvil de la pareja con el objetivo de encontrar indicios que afirmen la infidelidad.
Conductas agresivas: Comportamientos destructivos y violentos hacia la pareja o hacia sí mismo.
Las diferentes estrategias de afrontamiento que ejecute un sujeto frente al estímulo aversivo (celos) puede variar, esto depende si la conducta es reforzada (Skinner, 1994) ya sea por su pareja o su ambiente inmediato, por ejemplo, la disminución de la sensación que evocan los celos al revisar el celular de su cónyuge y es probable que la misma conducta sea emitida cada vez que haya un detonante real o imaginario que evoque los celos
Juan Esteban Gaviria
Psicólogo
Referencias
American Psychiatric Association - APA. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5 (5a. ed. --.). Editorial Médica Panamericana.
Beck, A. T, & Arthur Freeman. (1995). Terapia cognitiva de los trastornos de la personalidad. Ediciones Paidós.
Canto, J. M., Garcia, P., & Gomez, J.L. (2009). Celos y emociones: Factores de la relación de pareja en la relación ante la infidelidad. Athenea digital. Revista de pensamiento e investigación social (15).
López, M. (2010). abordaje de una celotipia desde una perspectiva conductual. Revista del a Asociación Española de Neuropsiquiatría 30 (2)
Pacheco, A. I., Sosa, M., & Escoffié, E. M. (2017). Intervención psicoterapéutica integrativa en un caso de celotipia. (7) Piscumex.
Peña, J. C., Arias Lagos, L., & Boll Henríquez, V. (2019). Los celos como norma emocional en las dinámicas de violencia de género en redes sociales en las relaciones de pareja de estudiantes de Temuco, Chile. Multidisciplinary Journal of Gender Studies, 8(2), 180-203.doi:10.17583/generos.2019.4223
Skinner, B.F (1994). Sobre el conductimos. Editorial Planeta Mexicana.
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