Las fobias
Por: María Camila Quintero.
¿Ha sentido miedo o ansiedad intensa, incontrolable, irracional o desproporcionada ante la presencia de algún animal, objeto o situación en concreto? Si la respuesta es sí, es posible que esa sensación pueda significar que sufra de algún tipo de fobia. Según el DSM-5 (2014) los criterios para considerar un trastorno por fobia específica, son los siguientes:
A. Miedo o ansiedad intensa por un
objeto o situación específica (p. ej., volar, alturas, animales, administración
de una inyección, ver sangre).
B. El objeto o la situación fóbica casi siempre provoca miedo o ansiedad
inmediata.
C. El objeto o la situación fóbica se evita o resiste activamente con miedo o
ansiedad intensa.
D. El miedo o la ansiedad es desproporcionado al peligro real que plantea el
objeto o situación específica y al contexto sociocultural.
E. El miedo, la ansiedad o la evitación es persistente, y dura típicamente seis
o más meses.
F. El miedo, la ansiedad o la evitación causa malestar clínicamente
significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del
funcionamiento. (p. 197)
El DSM-5 menciona que "a veces (pero no siempre) las vivencias negativas o traumáticas ante el objeto, animal o situación temida, pueden desarrollar una fobia en la persona". Por ejemplo, cuándo somos niños y estamos jugando con nuestros amigos, y estos deciden por alguna razón encerrarnos en un lugar oscuro en contra de nuestra voluntad. En ese momento se puede desencadenar una fobia a lugares encerrados (claustrofobia) o a la oscuridad (nictofobia). Otro ejemplo que podemos plantear es cuándo estamos en el colegio y alguno de nuestros compañeros decide realizar una broma, escondiendo algún animal en nuestra maleta, de manera que en el momento de abrirla salga y provoque asustarnos; de esta manera también se podría desarrollar una fobia por el animal en cuestión.
El psiquiatra Ramón Acevedo (2018) en una conferencia realizada en la ciudad de Medellín refiere que, las fobias se acompañan de un acto deliberado, consciente o inconsciente de evitación, ya que el miedo y la ansiedad que esta provoca en la persona hace que sea incapaz de enfrentarse a ella, esta acción defensiva se manifiesta produciendo cambios como el aumento de la frecuencia cardiaca, en la respuesta del calor y la electricidad que transmiten los nervios y el sudor a través de la piel, entre otros. Por otra parte, mencionaba también que existen fobias imaginarias y que no necesariamente se debe vivir la situación que nos afecta, haciendo alusión a que, con el simple hecho de mencionarlo o imaginarlo también nos causa ansiedad y miedo. Las fobias pueden llegar a "paralizar" de miedo a la persona que la sufre en su momento, desencadenando una serie de emociones de angustia y temor parecidos a los que padece una persona que presenta un trastorno de pánico. Por esta razón es importante no subestimar las fobias de las demás personas, puede que para nosotros sea algo insignificante y sin sentido, pero para la persona que la sufre, como lo hemos mencionado anteriormente, causa temor y ansiedad desbordada e incontrolable.
Las fobias específicas conllevan un conjunto de reacciones fisiológicas periféricas y centrales que acompañan a una fuerte percepción de temor o miedo y a conductas observables de evitación o huida. Estas respuestas ponen en evidencia que en el sujeto fóbico expuesto al objeto de su fobia se produce una activación del sistema de defensa que protege al organismo del estímulo amenazante (Navarro y Selva, 2009, p. 50).
Lo mencionado anteriormente nos lleva a plantear la existencia de mecanismos cerebrales encargados de identificar y responder rápidamente ante situaciones y estímulos amenazantes para la integridad tanto física como social de la persona.
Navarro y Selva (2009) afirman qué, una de las principales estructuras cerebrales que responde es la amígdala, ya que esta estructura se encarga de identificar y preparar respuestas defensivas a estímulos amenazantes, con independencia de que éstos aparezcan dentro o fuera de la percepción consciente, teniendo en cuenta que es la estructura cerebral encargada de controlar las emociones. Pero esta no trabaja sola, sino con una amplia red de regiones cerebrales para identificar dicho estímulo y de esta manera preparar las reacciones fisiológicas, conductuales y cognitivas de la respuesta defensiva provocada por éste; las estructuras que operan en conjunto con la amígdala son, la región órbitofrontal del lóbulo frontal en especial el sector ventromedial, la corteza cingulada anterior y la ínsula anterior. Estas regiones están interconectadas entre sí y realizan funciones complementarias en la detección y respuesta a la estimulación amenazante.
En los tipos de fobias específicas más comunes se encuentran, fobias a los animales: aracnofobia (arañas), cinofobia (perros), murofobia o surifobia (ratas y ratones) y entomofobia (insectos); entre las fobias a entornos naturales están: astrafobia (rayos), brontofobia (tormentas) y acrofobia (alturas); para la fobia a la sangre, inyecciones o heridas se encuentran: fobia a la sangre (hematofobia), la fobia a las agujas (belonefobia), la fobia a las inyecciones (tripanofobia) y a las heridas o lesiones (traumatofobia); también existen fobias situacionales como por ejemplo montar en un avión (aerofobia) y encontrarse en espacios cerrados o limitados (claustrofobia) (Cortés, 2020).
También existe la fobia social, la cual se ve representada por el miedo o temor intenso a una o más situaciones sociales, por último, la agorafobia, miedo a usar el transporte público, estar en espacios abiertos, estar entre muchas personas o estar fuera de casa sin compañía (Cortés, 2020). Cabe resaltar que todas las fobias se pueden tratar para ayudar a disminuir su intensidad, en el momento la terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser la más eficiente en este ámbito con la técnica a la exposición con prevención de respuesta (muy utilizada también para las personas con TOC) que consiste en el enfrentamiento, deliberado y voluntario, al objeto o idea temida ya sea directamente o a través de la imaginación. Es importante tener en cuenta que este tipo de terapia debe ir de la mano con el apoyo y acompañamiento del terapeuta (Cortés, 2019).
Queda por mencionar que las fobias hacen parte de los trastornos de Ansiedad, te recomiendo visitar el siguiente post realizado por el diario El País. ¿Qué sientes cuándo sientes ansiedad? https://verne.elpais.com/especial/ansiedad/
Referencias.
American Psychiatric Association - APA. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5 (5a. ed. --.). Madrid: Editorial Médica Panamericana.
Cortés, R. (2020). Los tipos de fobias más comunes: definición y síntomas. PSIQUION. https://www.psiquion.com/blog/los-tipos-fobias-mas-comunes
Cortés, R. (2019). Exposición con prevención de respuesta (EPR). PSIQUION. https://www.psiquion.com/blog/exposicion-prevencion-respuesta-epr
Sánchez Navarro, J. P., & Martínez Selva, J. M. (2009). Reactividad fisiológica periférica y actividad cerebral en las fobias específicas. Escritos de Psicología (Internet), 3(1), 43-54. https://scielo.isciii.es/pdf/ep/v3n1/art06.pdf
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