Meditación ¿Por qué ponerla en práctica?: Los argumentos de la ciencia
Por: Vanesa Zuleta
En los últimos años la meditación se ha convertido en una técnica que ha despertado creciente interés en las personas, ya sea por el deseo de ponerla en práctica, en la búsqueda de un mayor bienestar psicológico y con la finalidad de mejorar aspectos relacionados con la calidad de vida, así como en los investigadores con el objetivo de estudiar los efectos que tiene en los individuos a nivel neurobiológico, y los beneficios que aporta a quienes la practican.
La evidencia obtenida en relación a los efectos que conlleva la práctica de la meditación, ha derivado tanto del uso de herramientas estadísticas y tecnológicas como del electroencefalograma, como de técnicas avanzadas de neuroimagen y procesamiento computarizado de las señales electrofisiológicas, permitiendo un análisis objetivo que, junto con los beneficios reportados por las personas que tienen el hábito de realizar esta práctica, posibilita una comprensión más profunda en relación a los campos en que esta técnica podría generar grandes aportes en materia de: bienestar, psicología, prevención y tratamiento de patologías (Ursa, 2018).
Como afirman Araya-Véliz y Porter (2017), lo anterior se ha podido lograr gracias a que la neurociencia en los últimos diez años ha ido evolucionando como disciplina, permitiendo el empleo de herramientas cada vez más precisas en la medición y que han facilitado comprender el correlato neurofisiológico de experiencias más agudas como los estados de alerta, atención sostenida y entrenada, como la que busca fomentar la práctica de algunos tipos de meditación.
Pero, entonces ¿qué es la meditación y cómo funciona? Generalmente a la palabra meditación se le atribuye una connotación religiosa, debido a que su origen proviene del mundo oriental, dónde en tradiciones como el budismo la práctica tiene como fin la evolución espiritual. Si bien es cierto que a través de la meditación algunas personas buscan conectar con la espiritualidad. En la actualidad y sobre todo en el mundo occidental, a la meditación se le ha concedido desligarse de cualquier sistema de creencias o ideología, para comprenderla como un método que aporta al bienestar subjetivo de las personas, indiferentemente de su culto religioso. De este modo son diversas las definiciones que algunos investigadores han aportado con relación al término, Ursa (2018) la define como "(...) una actividad intelectual en la que se busca lograr un estado de atención centralizada en un pensamiento o sentimiento, un objeto, latidos, respiración, etc., y así liberar la mente de pensamientos nocivos" (p. 50). Si bien las definiciones propuestas por diversos autores tienen algunos matices, podemos afirmar que comúnmente el proceso meditativo se define a partir de una experiencia psicológica y perceptiva, a través de la cual el individuo en un acto consciente observa de manera atenta los acontecimientos que se presentan en un momento determinado, tanto en su ambiente interno como externo.
Otro termino que es importante aclarar antes de avanzar en el abordaje de los beneficios de la meditación según la ciencia, es el concepto de "Mindfulness" (MF), en muchas ocasiones hemos visto que las personas usan cómo sinónimo de meditación la palabra Mindfulness, sin embargo, existen diferencias claves entre estas dos expresiones. El MF como concepto no tiene una definición consensuada o una traducción exacta al español, pero generalmente ha sido traducida cómo "conciencia plena" Kabat-Zinn (1994; citado en Iglesias y Castro, 2016). lo define como: "Prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar" (p. 42). Mindfulness puede ser relacionado además con otros constructos teóricos como metacognición, conciencia reflexiva y aceptación (Moñivas, García-Diex & García, 2012).
Aunque a simple vista puede parecer algo confuso, porque la atención plena o MF tienen muchas similitudes con la meditación, podemos decir que, en resumidas cuentas la atención plena es un tipo de meditación, pero la meditación no es intercambiable o equivalente a la atención plena, pues la primera tiene una noción mucho más amplia (Gálvez-Galve,2013). Ahora, sí es cierto que actualmente una de las técnicas de meditación sobre la que más se ha investigado en los diferentes campos es sobre el Mindfulness.
Existen estudios como el de Rosselló, Zayas y Lora (2016), que evaluó el impacto de la meditación tipo mindfulness en síntomas de ansiedad, depresión, ira, estrés y consciencia plena en una muestra de 32 adultos. La evaluación se realizó a través de un informe auto aplicado de consciencia y presencia mental (MAAS) antes y después del entrenamiento en MF, cuestionario de pensamientos automáticos (ATQ), propensión y manejo de ira (EPYMI), estados emocionales de depresión, ansiedad y estrés (DASS) y estrés (SWS) y el registro de minutos de meditación. Se realizó el análisis de los resultados comparando el estado de las personas antes y después de realizado el entrenamiento en MF. Los resultados demostraron un descenso en los niveles de ansiedad, depresión, ira, estrés y un aumento significativo en consciencia plena, además se estableció una correlación positiva y fuerte entre minutos meditados y consciencia plena. El análisis de la literatura científica refleja que este estudio y otros relacionados validan y ponen en evidencia cómo la práctica habitual del MF tiene repercusiones positivas en los individuos.
Por otro lado, como se mencionó anteriormente, también se han realizado estudios que buscan determinar los mecanismos cerebrales de la meditación, dando respuesta a cuestiones como ¿qué pasa en el cerebro mientras se medita? y si es posible identificar las redes neurales que subyacen a esta práctica. Al respecto, en una revisión realizada por Ursa (2018) en la cual presenta algunos de los cambios a nivel psicológico generados por la práctica de meditación MF, así como las estructuras cerebrales implicadas y, en ocasiones, los cambios morfológicos. Los individuos que son meditadores en comparación de los que no pueden experimentar: beneficios en el sistema inmunológico (estructuras corticales, subcorticales y endocrinas), aumento en los niveles de alegría y felicidad (corteza prefrontal izquierda), aumento del bienestar personal (engrosamiento sustancia gris en la ínsula del hemisferio derecho y la corteza prefrontal derecha), disminución del estrés (reducción de la densidad de la sustancia gris en la amígdala cerebral), mayor concentración (la actividad se intensifica en el córtex frontal y desciende en los lóbulos parietales), reducción de la inflamación (material genético en células sanguíneas), preservación de la reserva cognitiva; el volumen de la materia gris de meditadores no disminuye tanto como en los no meditadores (Davidson, Kabat-Zinn et al., 2003; Lazar et al., 2005; Lutz et al., 2004; Luders et al., 2015; Newberg & D´Aquilli, 2001; Kaliman et al., 2014 citados en Ursa, 2018).
Finalmente y teniendo en cuenta los hallazgos en la literatura y la evidencia empírica contenida en diferentes artículos con relación a la temática abordada, podemos afirmar qué, las personas que cultivan el hábito de la meditación en su vida cotidiana pueden ser favorecidas con los múltiples beneficios a nivel psicológicos como: mayor asertividad y flexibilidad en la respuesta frente al ambiente, mayor autorregulación emocional, disminución en la rumiación mental, disminución del estrés y mayores niveles de felicidad lo cual podría redundar en una mejor calidad de vida, entre otros (Araya-Véliz & Porter, 2017).
Les recomiendo ver la conferencia realizada por la Doctora Sara Lazar, neurocientífica del Hospital General de Massachussetts, sobre "cómo la meditación puede cambiar la forma de nuestro cerebro" (click en el link o AQUÍ).
Vanesa ZuletaPsicóloga
Referencias
Araya-Véliz, C., & Porter, B. (2017). Habilidades del terapeuta y mindfulness. Revista Argentina de Clínica Psicológica, 26(2), 232-240. https://www.redalyc.org/pdf/2819/281952112010.pdf
Gálvez-Galve JJ. (2013) Atención plena: revisión. Medicina Naturista, 7(1), 3-6. https://www.researchgate.net/publication/262886411_Atencion_Plena_revision
Iglesias, A. I. S., & Castro, F. V. (2016). "Mindfulness": revisión sobre su estado de arte. Revista INFAD de Psicología. International Journal of Developmental and Educational Psychology, 2(1), 41-50. https://www.redalyc.org/pdf/3498/349851777005.pdf
Moñivas, A., García-Diex, G., & García De Silva, R. (2012). Mindfulness (Atención plena): Concepto y teoría. Portularia Revista de Trabajo Social, 12: 83-89. https://www.redalyc.org/pdf/1610/161024437009.pdf
Rosselló, J., Zayas, G., Lora, V. (2016). Impacto de un adiestramiento en meditación en consciencia plena (mindfulness) en medidas de ansiedad, depresión, ira y estrés y consciencia plena: un estudio piloto. Revista Puertorriqueña de Psicología, 27 (1), 62-78. https://www.redalyc.org/pdf/2332/233245623005.pdf
Ursa, A. (2018). La meditación como práctica preventiva y curativa en el sistema nacional de salud. Medicina naturista, 12 (1), 47-53. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6267068
Vásquez-Dextre, E. R. (2016). Mindfulness: Conceptos generales, psicoterapia y aplicaciones clínicas. Revista de Neuro-Psiquiatría, 79(1), 42-51. https://www.scielo.org.pe/pdf/rnp/v79n1/a06v79n1.pdf
Imagen 1: (2016). Mujer sentada en pose de yoga en la playa. Foto. Recuperado de: b<a href="https://www.freepik.es/fotos/personas">Fotode Personas creado por pressfoto-www.freepik.es</a>